"Lo más importante es dejar operar con libertad a los jueces, fiscales y policía; hay que darles recursos y fortalecerlos, pero dejándolos hacer su trabajo técnico y profesional", afirmó.
Salas señaló que los países más atrasados son aquellos en que "la justicia está sujeta a los partidos políticos, cuando los jueces son leales al poder político o se reparten las plazas entre partidos políticos" y agregó que esto pasa en la República Dominicana, El Salvador y Venezuela.
Además, para luchar contra la corrupción hace falta emprender una serie de medidas más estructurales.
"Modernizar y abrir la mirada del público a los procesos de compras públicas del Estado, poner frenos y transparentar el dinero que financia la política y las elecciones, y abrir a la participación ciudadana la selección de funcionarios clave del Estado que tienen como responsabilidad vigilar al ejecutivo, como son los controladores o los procuradores", recalcó el experto.
En 2015, según Salas, la medida más eficaz en la lucha contra la corrupción fue "la voz de las personas que salieron por miles o millones a las calles a pedir que se termine con la corrupción".
"Los ciudadanos de Brasil, Guatemala y Honduras han sido un ejemplo para toda la región, pues salieron a pedir poner freno a la corrupción", precisó.
Además, Salas calificó el papel del periodismo de investigación de importantísimo en 2015 por sus descubrimientos de varios casos de corrupción.
El miércoles pasado, Transparencia Internacional presentó su informe con el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2015.
En América Latina, Uruguay y Chile siguen siendo los países más transparente de la región, en los puestos 21 y 23 respectivamente.