"Por un lado, lo que parece un incremento de grandes casos de corrupción por la cantidad de dinero involucrado, pero también por el nivel de los funcionarios o individuos relacionados a la corrupción", dijo Salas a Sputnik Nóvosti.
Indicó que se trata de "México en el norte con los casos de la Casa Blanca del presidente Peña Nieto hasta el Sur con las acusaciones a un hijo de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, pasando por Argentina, Guatemala, República Dominicana, etc".
Por otro lado, Salas ve "un avance importante en cuanto al descubrimiento de las noticias positivas de redes de corrupción, así como la movilización masiva de ciudadanos contra la corrupción".
"No es sorprendente que Brasil —sumido en el mayor escándalo de corrupción de su historia a raíz del caso Petrobras — haya sido el país de América que más descendió en el índice este año".
Según el director regional, la región debe analizar las causas sistemáticas de la corrupción y realizar reformas institucionales al respecto.
Para el experto "la corrupción no se castiga y es sistemática" en tales países, como Bolivia, Ecuador, México, Perú, la República Dominicana, El Salvador y Venezuela ya que por allí "no hay instituciones que operen fuera del control político contra la corrupción y nadie cercano al poder es castigado".
Señaló que entre los países latinoamericanos hay los que trabajaron bien en 2015 para frenar la corrupción, entre ellos Brasil, Chile, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay Uruguay, a pesar de que varios cayeron en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2015.
La semana pasada Transparencia Internacional presentó su informe con el IPC 2015.
Uruguay es el país con menos corrupción de América Latina, ocupando el puesto 21 a nivel mundial, según la organización.