Guerrero, donde la pobreza endémica abre la puerta al narcotráfico —que controla regiones montañosas sembradas de amapola para la producción de heroína que se exporta a EEUU-, amerita un análisis aparte, donde "la violencia y las desapariciones forzadas que comete la delincuencia organizada son un patrón generalizado con complicidad de autoridades", afirma el defensor humanitario.
El fin de semana, nueve personas murieron en a manos de una banda armada, cuando se encontraban en una fiesta en Coyuca de Catalán, Guerrero, entre ellas una mujer que viajaba con su esposo a su luna de miel.
"La violencia en Guerrero es histórica", en todo 2015 los registros indican 51 homicidios por cada 100.000 habitantes, cuatro veces el promedio de México que marca 13 por cada 100.000 personas, uno de los más altos índices de violencia en América.
Antes de esa tragedia, la atención del público ignoraba la gravedad de las desapariciones forzadas, se sabía muy poco y ahora están documentados más de 600 desaparecidos en Guerrero, "a pesar del amplio margen que no denuncia por miedo", dice Rosales, responsable jurídico del Centro de DDHH de la Montaña, Tlachinollan, nombre aborigen de Guerrero.
Las zonas del puerto de Acapulco y de la llamada Tierra Caliente, donde ocurren desapariciones en números muy altos, "ni siquiera hay datos actualizados de homicidios, pero las propias estadísticas oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública colocan a Guerrero en los primeros lugares en violencia y homicidios", se lamenta.
La huella del narco
La explicación del Gobierno de México es que la violencia en Guerrero "se debe a las pugnas entre agrupaciones criminales que buscan retomar el control del territorio", dijo el lunes el comisionado Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales.
Ese cuadro del crimen sin control ha sido empeorado por la colusión de los cuerpos de seguridad, que participan del negocio del crimen y ahora la clase política local en los municipios lo hace más violento, sostiene el abogado de víctimas.
"Los asesinatos se cometen con impunidad a la luz del día con la protección de las instituciones del Estado, no solo los políticos, es un Estado cómplice que hace negocios con la delincuencia", denuncia el abogado del centro que ha sido galardonado por Amnistía Internacional.
Tema: Desapariciones forzadas en México
La solución no procederá de los despliegues militares y policíacos masivos, "sino de la refundación de las instituciones arrasadas por la corrupción, que no se ha podido extirpar y debe combatirse de manera abierta y responsable", enfatiza.
Guerrero ha padecido el mayor nivel de homicidios en México en 2015, que se incrementaron más de 30 por ciento el año pasado, pese al despliegue de fuerzas federales en más de doce municipios y la nueva estrategia de seguridad.
En todo 2014, Guerrero registró unos 1.380 homicidios dolosos de un total de 14.380 en todo el país, mientras que de enero noviembre de 2015 ocurrieron más de 1.800 asesinatos, casi 500 personas más asesinadas en un año, de un saldo violento de 15.540 muertes dolosas en ese mismo lapso de 11 meses en todo México.