El balance, hecho antes del final de este año, es ligeramente inferior a la tasa de 13,08 del año pasado, pero “al cierre de 2015 se prevé un número mayor de muertes de este tipo en relación con el registro de 2014”, indica el reporte publicado por el diario La Jornada.
En 2014 fueron denunciados en todo el país 15.653 homicidios dolosos, y entre enero y noviembre de este año la cifra ya alcanzó los 15.544, “por lo que fácilmente rebasará el acumulado del periodo anterior”, según el informe basado en datos oficiales emitidos por cada estado de la federación mexicana.
Los peores registro entre los 32 estados que integran la federación mexicana están, además de Guerrero, en Sinaloa, con 30,36 homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes, Chihuahua con 23,80; Morelos, 23,17; y Baja California 21,87.
Desde el inicio de esa estadística en 1997, solo en 2007 México logró bajar la tasa de 10 crímenes violentos por cada 100.000 habitantes; y la crisis mayor ocurrió en 2011, cuando fueron denunciados 22.852 muertes producto de la violencia, generada sobre todo por el crimen organizado.
Pero comenzó a crecer sin control tras su declaración de “guerra” abierta en contra de las mafias del narcotráfico ese año; y en 2011 la tasa alcanzaba el pico de 23 asesinatos dolosos por cada 100.000 habitantes, en 2012 fueron 22; en 2013 bajó a 19 tras el primer año del gobierno de Enrique Peña; en 2014 a 13; y finalmente los 12,85 de este 2015, que sigue en niveles de epidémicos.
Comparativamente, Brasil tiene un peor balance con 27 homicidios por cada 100.000 habitantes al año en 2013, y la mayor crisis de violencia en el Hemisferio la sufren Venezuela, con 54, y Honduras con 84, de acuerdo con datos de 2013 publicados por el Banco Mundial.