El portal Zona News afirmó que "el virus zika fue patentado en el año 1947 por la Fundación Rockefeller, una de las familias de poder más interesadas en manipular la medicina", lo que se superpone al hecho de que la empresa Oxitec reciba financiación directa de la fundación del magnate norteamericano Bill Gates quien llegó incluso a soltar varios de estos mosquitos transgénicos durante una conferencia en 2009.
En la actualidad, los municipios de Piracicaba y Campinas, ambos en el estado de Sao Paulo, mantienen proyectos pioneros con Oxitec en este sentido por los que sus ayuntamientos deberán entregar entre dos y cinco millones de reales (entre 500.000 dólares y 1,25 millones de dólares) para que la empresa comience la difusión de 2,5 millones de mosquitos en los primeros cuatro primeros meses y en torno a 500.000 semanales a partir de entonces, con un coste de mantenimiento de un millón de reales anual (250.000 dólares).
Para cerrar el ciclo, la pasada semana el gobierno de Brasil anunció que colaborará con los Estados Unidos en la creación de una vacuna contra el virus zika a través de una Comisión de Alto Nivel Brasil-Estados Unidos que coordinará el trabajo de los científicos de la red norteamericana National Institutes of Health (NIH, por sus siglas en inglés) y el Instituto Butantan de Sao Paulo, el mayor centro de investigaciones biomédicas de América Latina.
Por todo ello, no son pocas las voces que, aunque tímidamente, comienzan a emplear las redes sociales para denunciar lo que, a su entender, podría ser la última maniobra de la industria farmaceútica mundial, la familia Rockefeller y el magnate Bill Gates, una teoría tachada de entrada como conspiracionista por los grandes medios internacionales pero que ante los grandes interrogantes que suscita la nueva epidemia continua ganando fuerza entre los brasileños de a pie.