Una vez nombrado el nuevo candidato, comenzarán oficialmente las negociaciones con otras fuerzas políticas, para las que tendrán hasta un plazo de dos meses.
Sánchez tendió la mano "a izquierda y derecha" para negociar, lo que se traduce en Podemos, Ciudadanos, Izquierda Unida y otros partidos como el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y hasta a Coalición Canaria.
Por el contrario, insiste en que no negociará una "gran coalición" con los conservadores del Partido Popular (PP).
El borrador en el que trabajan los socialistas está dividido en cuatro grandes apartados: una agenda económica, un proyecto de políticas sociales, una agenda de regeneración democrática e institucional y un incremento del papel de España en la Unión Europea.
Sin embargo, el pacto no será sencillo.
El partido antiausteridad Podemos y los liberales de Ciudadanos ya han adelantado que tienen "grandes diferencias" entre ellos, por lo que ven difícil una coalición de tres con los socialistas.
La formación de Pablo Iglesias apuesta por formar un Gobierno con el PSOE e Izquierda Unida con el apoyo de alguna formación nacionalista, previsiblemente el PNV.
Por el contrario, Ciudadanos apuestan por una "gran coalición" entre PP, PSOE y ellos mismos, que se ofrecen como "mediadores".
Esta lunes el monarca se ha reunido con Albert Rivera, líder de Ciudadanos y, por la tarde, se entrevistará con Pablo Iglesias, secretario general de Podemos.
Mañana será el último día de la segunda ronda de contactos y Felipe VI se reunirá con el conservador Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.