Para el vicealmirante Clive Johnstone, que está al mando de las Fuerzas Marítimas de la Organización Atlántica (MARCOM), la migración no es la única amenaza seria en las aguas entre Europa y el norte de África.
“Nuestras agencias están detectando equipamientos ruso, chino y coreano de considerable capacidad que están llegando a grupos como Hamás y Hezbolá”, advirtió el militar británico en un encuentro con la prensa a bordo de la fragata española Alvaro de Bazan, el buque insignia de los nuevos ejercicios de la OTAN en el Báltico.
Johnstone admitió que “no estamos en guerra ni en una fase de tensión” entre Occidente y Oriente en el Mediterráneo, pero el riesgo va en aumento desde el colapso de estructuras de gobierno en la marea de la llamada 'Primavera Arabe'.
“No creo que se produzca un acto maliciosamente planificado, pero será un error o un atentado terrorista indiscriminado que tendrá implicaciones extraordinarias para el mundo occidental”, aventuró.
El oficial admitió que hay que "estar vigilantes porque el Mediterráneo es un complejo espacio de agua y la OTAN no puede afrontarlo como una cuestión exclusivamente de migración”.
Aunque considera que “nadie puede predecir” el siguiente paso de los yihadistas, el vicealmirante recuerda que “ya han entrado en Libia y otros lugares de la zona, lo cual proyecta una sombra incómoda sobre comercio y el acceso marítimo”.