En este sentido, el número uno del equipo económico del gobierno aclaró que los créditos tendrán como destino principal financiar obras de infraestructura, así como el sector agrícola, los más favorables a generar empleos, mientras que las medianas empresas y los trabajadores también resultarán beneficiados aumentando con ello el maltrecho consumo.
Junto a Barbosa y el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, la presidenta Dilma Rousseff realizó un llamamiento al Congreso para la aprobación de la Contribución Provisional sobre los Movimientos Financieros (CPMF), un impuesto con el que se tasarán todas las operaciones financieras con un 0,2 por ciento.
"Muchos aquí pueden tener dudas y probablemente tendrán buenos argumentos en contra, pero les pido que reflexionen sobre la excepcionalidad del momento que hace el CPMF la mejor solución disponible", declaró Rousseff, quien recordó que el impuesto permitirá una recaudación de 115.000 millones de reales (unos 28.248 millones de dólares).
El CDES o "Conselhao", traducido literalmente como "Gran Consejo", reunió este jueves a las 92 principales personalidades brasileñas en el área empresarial, sindical, política, cultural, financiera y de la sociedad civil, que desde el año 2003 se reúnen junto al presidente de la República para diseñar las líneas maestras de la actuación gubernamental en el próximo año en el área económica.