"Recuerden ustedes un dato muy impresionante: en 1985 más del 80 por ciento de nuestras exportaciones eran petróleo crudo; hoy el 89 por ciento de nuestras exportaciones son manufacturas, petróleo crudo solamente son 6 por ciento de nuestras exportaciones, incluso ya un poco menos a estos precios actuales, naturalmente", dijo Videgaray una presentación de más 5.000 palabras difundida por su despacho.
En cuanto al impacto de la ralentización del gigante asiático, "nuestra dependencia a la economía China es muy pequeña –enfatizó–, y estamos indisolublemente ya integrados a la economía que hoy tiene las mejores perspectivas de crecimiento hacia delante, que es la economía de Estados Unidos", hacia donde se dirigen más del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas.
En tres años México –décimo productor mundial de petróleo crudo– ha logrado reducir "una de las debilidades históricamente señaladas de las finanzas públicas mexicanas, es su dependencia de los ingresos petroleros".
En la primera mitad de su mandato los ingresos petroleros en el presupuesto del Gobierno federal se redujeron a la mitad, mientras que la recaudación fiscal no petrolera se incrementó casi un 50 por ciento más (47,6 por ciento).
La integración de México con América del Norte es algo que distingue de manera muy importante al vecino de EEUU comparado con los países del Cono Sur en América Latina, señaló Videgaray.
"Piensen ustedes en economías por supuesto como Brasil, pero también como Perú, o como Colombia, la propia Argentina, cuya estructura de exportación es fundamentalmente materias primas y el destino principal o uno de los principales destinos en sus exportaciones es Asia, incluyendo a China", dijo el responsable de las fianzas públicas.
En suma, la cesta de la mezcla de crudos mexicanos de exportación ha perdido, a precios de esta semana, un 78 por ciento con respecto al punto máximo en 2014.
En respuesta, México se adelantó a otros países y aplicó desde hace un año una masiva "reducción preventiva" del gasto público de alrededor de 0,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), unos 8.000 millones de dólares, de los cuales Pemex cargó con la mitad de ese recorte de gastos.
Para 2016, México ha practicado una segunda gran reducción similar del gasto público, que sumadas representan una reducción de 1,5 por ciento del PIB, unos 16.000 millones de dólares recortados al gasto programable en dos años.
Como resultado, en diciembre de 2015, el gobierno mexicano salió ganando unos 5.600 millones de dólares: recibió un pago de 6.300 millones de dólares de la banca extranjera que vendió esas "coberturas petroleras", aseguradas en bancos de Nueva York a cambio de unos 700 millones de dólares por parte de México.
Tema: Crisis del mercado petrolero mundial
La compra de esos seguros a finales de 2015 costó más a México —unos 1.100 millones de dólares-, pero el Gobierno ha protegido así sus ingresos fiscales de todo 2016: garantiza el precio de cada barril de crudo que va al presupuesto programado a 49 dólares por barril, mientras en realidad esta semana la mezcla mexicana vale menos de la mitad de ese precio pactado con los bancos, ronda los 22 dólares por cada tonel.
"Ésta es una protección excepcional que tiene México, con la que no cuentan otros países productores de petróleo", puntualizó Videgaray.