Según los especialistas, fue un empleado del aeropuerto de Sharm el Sheij quien llevó el artefacto explosivo de fabricación casera al avión. La bomba —un pequeño paquete con un explosivo muy potente— estuvo en el compartimiento de equipaje sin ningún camuflaje.
El empleado, que había empezado a trabajar en el aeropuerto no hace mucho, declaró durante la entrevista laboral que quería trabajar solo de maletero. De tal modo, pudo tener acceso al equipaje en cualquier momento.
Tras colocar el artefacto explosivo en el avión, abandonó el aeropuerto y salió de Egipto. Según los investigadores, la última vez fue observado en el territorio de Turquía. Ahora el responsable junto con sus cinco cómplices es buscado por las fuerzas especiales egipcias.
Mientras tanto, las autoridades del aeropuerto de Sharm el Sheikh desmintieron la información de que su empleado llevase una bomba a bordo del A 321 ruso siniestrado el 31 de octubre de 2015, comunicó a RIA Novosti el vicedirector del aeropuerto, Hani Ramzy. "No es verdad", dijo al indicar que si hay pruebas deben presentarse a la Comisión para la Investigación de la catástrofe.
El Ministerio del Interior de Egipto indicó que por ahora no dispone de datos para hacer comentarios al respecto.
El avión Airbus A321, operado por la compañía aérea rusa Kogalymavia, se estrelló el 31 de octubre en la península egipcia del Sinaí cuando cubría la ruta Sharm el Sheikh — San Petersburgo, los 217 pasajeros y siete tripulantes que se encontraban a bordo murieron en este siniestro, el peor en la historia de la aviación rusa.
El 26 de enero, el presidente de la cámara baja del parlamento ruso, Serguéi Narishkin, visitó Egipto y, tras las negociaciones de dos días con el presidente del país, Abdulfatah al Sisi, aseguró que tanto Moscú como El Cairo están interesados en restablecer la comunicación aérea y reanudar los viajes de los turistas rusos al país africano.