En la semana del Segundo Encuentro Internacional de la Izquierda Democrática, que se celebra en el país latinoamericano, Ominami, que preside la Fundación Chile 21, declaró que esa fuerza política debe "abrirse a la innovación y respetar las minorías sexuales, si no quiere sucumbir en la mediocridad y marginalidad internacional".
El proceso de integración "es insoslayable", dado que ya no hay soluciones individuales, incluso para un país tan grande como Brasil, dijo el líder socialista en el foro que el martes se ha trasladado a la ciudad de Monterrey (800 km al norte).
"No hay alternativa, tenemos que reunir las condiciones políticas que permitan avanzar en esa dirección porque de otra forma podemos terminar instalándonos en la mediocridad y en la gran marginalidad internacional y creo que no es propio de los progresistas destinarse a ese destino tan mediocre", dijo en una conferencia magistral en el Teatro de la Universidad de Monterrey.
La crisis del neoliberalismo debe generar una "opción que vaya más allá de los postulados de las izquierdas tradicionales", dijo el exministro de Estado del expresidente Patricio Aylwin.
"En América del Sur, es fundamental que nos integremos, si no nos integramos valemos muy poco y todo lo que estamos diciendo puede terminar siendo letra muerta", resaltó el también economista y político, que en su juventud fue militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) durante el gobierno del derrocado Salvador Allende.
Presidencialismo ineficiente
Ominami considera que se requieren políticas profundas, con sistemas políticos más flexibles, más horizontales, dado que el "presidencialismo que impera en nuestro país en ocasiones termina matando la democracia".
Se trata de un "presidencialismo ineficiente", en virtud de que en las condiciones del mundo contemporáneo "la complejidad de los temas hace totalmente imposible que una persona, un hombre o una mujer puedan resolver todos los problemas".
El líder chileno dijo que en el sistema presidencial se toman un conjunto de decisiones a nombre del presidente o la presidenta, pero "finalmente son la burocracia, son instituciones que no reposan en la soberanía popular, las que terminan tomando esas decisiones".
"Es una mala herencia del caudillismo latinoamericano", enfatizó, al tiempo que recordó que el combate de las izquierdas por la igualdad mantiene hoy en día toda su relevancia, significación y pertinencia.
Incluso en muchos casos "las izquierdas tradicionales son también izquierdas conservadoras", dijo Ominami.
En materia de innovación, consideró que las izquierdas tienen que reconciliarse con esta, con el emprendimiento e incluso destacó "la importancia de que el progresismo construya un pensamiento más estructurado respecto de lo que significa la empresa en el siglo XXI".
Es necesario subir la importancia del mercado, porque es un espacio público anterior al capitalismo.
"Más aún, a riesgo de ser polémico, afirmaría que no hay democracia sin mercado", puntualizó.
La economía de mercado no es lo mismo que una sociedad de mercado: "hay un conjunto de bienes que tienen que ser necesariamente bienes públicos como la educación, la salud o la previsión social, las cuales no pueden ser un negocio", concluyó.
