La medida permitirá a las fuerzas estadounidenses desplegadas en ese país “atacar más activamente al EI”, destaca el medio.
Hasta la fecha, los militares norteamericanos en Afganistán solo estaban autorizados a usar la fuerza contra Al Qaeda (grupo proscrito en Rusia), así como para proteger o ayudar al Ejército afgano.
Esta decisión de la Administración del presidente Barack Obama trasciende varios días después de que el Departamento de Estado incluyera en su lista de organizaciones terroristas la célula del EI en Afganistán, el grupo Jorasán.
Al mismo tiempo, el propio Pentágono evita hablar públicamente de la creciente influencia de Daesh en Afganistán, sino que, por el contrario, afirma que esa influencia es escasa.
El pasado martes, el portavoz de las Fuerzas Armadas de EEUU en Afganistán, el brigadier general Wilson Shoffner, dijo a periodistas que los yihadistas del EI atacan de forma esporádica y que no tienen la capacidad para planificar y llevar a cabo operaciones simultáneas en distintas partes del país.
En 2001 EEUU comenzó operaciones militares en Afganistán contra Al Qaeda y Talibán.
Según estaba previsto inicialmente, las tropas norteamericanas debían retirarse del país en 2014, pero a instancia del Gobierno afgano una parte de este contingente se quedó en el país para ayudas a las fuerzas locales.