La libertad de este primer grupo no está relacionada con sus condiciones de salud, sino que son indultados por cometer delitos políticos o vinculados a estos, como porte ilegal de armas o uso indebido de uniformes privativos de los organismos de seguridad del Estado, dijo el ministro.
Reyes destacó que este grupo involucra a personas detenidas que solicitan ser indultadas y que no tienen condenas ni investigaciones abiertas por otra clase de delitos, y agregó que antes de que finalice enero serán dejados en libertad los otros catorce guerrilleros.
El pasado mes de noviembre la guerrilla de las FARC emitió un comunicado pidiendo al Gobierno colombiano la liberación de 81 miembros de sus filas que permanecen recluidos en diferentes cárceles del país y en "delicado estado de salud".
La medida, señaló en ese momento la insurgencia, sería interpretada como un "gesto de buena voluntad" en medio de los diálogos de paz que ambas partes mantienen desde noviembre de 2012 en La Habana, Cuba, con el objetivo de ponerle fin a un conflicto armado interno de más de medio siglo en el país el próximo 23 de marzo.
Colombia tiene actualmente una población carcelaria de 156.924 personas. Según algunas organizaciones no gubernamentales, de esa cantidad 9.500 son presos "políticos" y de guerra, y aunque no se tiene un censo estimado sobre la población guerrillera que permanece tras las rejas, cientos de excombatientes permanecen privados de la libertad bajo los delitos de rebelión y terrorismo, entre otros.