"Ellos (las autoridades turcas) abrieron la frontera a los terroristas que vienen a nuestro país desde centenares de otros países", dijo el canciller sirio Walid Muallem a Sputnik.
Agregó que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, infravaloró la amenaza del retorno de los yihadistas y "nunca aprendió esta lección". Su deseo, prosiguió, es restaurar el Imperio otomano.
A la vez, según Muallem, Ankara utilizó como pretexto la guerra contra los terroristas en Siria para atacar a las milicias kurdas.
Además, Turquía abrió un campo de entrenamiento para los grupos extremistas y ha estado recibiendo dinero de Arabia Saudí, Catar y otros países para armarles y posteriormente enviarlos a Siria, afirmó el diplomático.


