Según el diario Dagens Nyheter, a pesar de que se reportaron decenas de acosos sexuales, los agentes de orden declararon que durante el evento no hubo problemas.
Por su parte, según la Radio Sweden, citando informes de la policía, los agentes lograron identificar a un grupo de unas 50 personas, la mayoría de ellos refugiados afganos, sospechosos de abusar de chicas en el festival.
Durante el festival de agosto de 2015, varias decenas de chicas denunciaron a la policía el acoso sexual. Sin embargo, estos casos no se hicieron públicos.