"Un conflicto armado no es del todo lo que esperamos y cualquiera quien empuje a los países hacia esta dirección debe de estar fuera de sus casillas", dijo.
El ministro subrayó que "una guerra entre Arabia Saudí e Irán sería el inicio de una enorme catástrofe en la región que afectaría el resto del mundo" al asegurar que "no lo permitiremos".
Arabia Saudí rompió las relaciones diplomáticas con Irán después de que los manifestantes que protestaban por la ejecución el sábado pasado del misionero chií Nimr Baqir al Nimr agredieran su embajada en Teherán y su consulado en Mashhad.