Según la misiva difundida por la ONU el martes, hace varios años Erdogan "planteó la protección de las personas de origen turco a pesar de que sean ciudadanos de Estados soberanos", lo cual demuestra el afán del presidente turco por "recuperar la herencia colonial del Imperio otomano".
En el texto, el embajador sirio denuncia el apoyo del "régimen de Erdogan" a los grupos armados que desde 2011 libran una "guerra terrorista sin precedentes" contra Siria.
"Durante la crisis, la intervención turca en los asuntos internos de Siria ha tomado formas de lo más diversas, incluyendo la implicación directa por el régimen de Erdogan de fuerzas armadas turcas en ofensivas militares de apoyo a los terroristas", destaca el diplomático.
Asimismo, Ankara ha ayudado a los terroristas a entrar en Siria y les "ha proporcionado apoyo con fuego en sus desplazamientos por el territorio sirio o a lo largo de la frontera con Turquía", afirma.
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Jaafari también denuncia que las autoridades turcas son consciente y están implicadas, a través de instituciones que controlan, en la trata de blancas de la que son objeto refugiados sirios, que "huyen del terror y la tiranía de los grupos terroristas (…) a los que el Gobierno turco da cobijo en su territorio".
"En cuanto al avión ruso derribado por las fuerzas armadas turcas, que se encontraba en el espacio aéreo sirio bombardeando posiciones del Estado islámico (Daesh en árabe), parece innecesaria cualquier aclaración adicional, ya que este crimen habla por sí solo", agrega.
Desde marzo de 2011 Siria es escenario de un conflicto armado que ha costado más de 220.000 vidas, según estimaciones de la ONU, o más de 320.000, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a diversos grupos armados extremistas, entre los que los más activos son el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe) y el Frente al Nusra, proscritos en Rusia y otros países.