La mayoría obtenida por la oposición, 112 de los 167 diputados, "implica un problema de gobernabilidad por la pelea entre los dos principales poderes en una democracia, con una potencial fractura del Estado", dijo a Sputnik Nóvosti el analista Luis Salamanca, profesor de ciencias políticas en la Universidad Central de Venezuela.
Uno de sus posibles sustitutos, el socialdemócrata Henry Ramos, aseguró en una columna el domingo en el diario El Nuevo País que la mayoría opositora "procurará en el lapso de seis meses una solución constitucional, democrática, pacífica y electoral para el cambio del Gobierno" que encabeza Nicolás Maduro.
El mandatario, elegido en 2013 para gobernar hasta enero de 2019, ha dicho en mítines partidarios que "no vamos a entregarnos; la respuesta será profundizar la revolución".
Tras la elección del 6 de diciembre, el PSUV con su actual mayoría renovó el Tribunal Supremo de Justicia, que inclinaría la balanza si chocan el Ejecutivo y el Legislativo.
De su lado, la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) prepara leyes de amnistía para los políticos encarcelados y para "corregir" medidas económicas del Gobierno.
Economía en rojo
Maduro ha sostenido que el país es víctima de una "guerra económica inducida por el imperio" y traducida en acaparamiento, contrabando, escasez y reventa clandestina de alimentos y otros bienes esenciales, lo que provoca racionamiento, colas de consumidores y pérdida de popularidad y respaldo al Gobierno.
En 2015 cayó el ingreso petrolero, pues el barril de 159 litros que se vendía en 2014 a 88 dólares descendió a menos de 30 dólares al cierre de este año.
Maduro reivindica que, aun con ese clima adverso, mantuvo programas sociales como la construcción de cientos de miles de viviendas, extendió las pensiones a tres millones de personas y aumentó el salario mínimo cuatro veces durante el año.
Ante los augurios de que la situación pueda empeorar, Balza opone "la búsqueda de soluciones graduales: corregir controles, el subsidio a la gasolina, mejorar la administración de empresas públicas y contener la emisión de dinero inorgánico".
Para José Gil, codirector de la encuestadora Datanálisis, "el malestar económico puede ser un disparador de la confrontación, porque si no se ven medidas eficaces más gente querrá cambio en la dirección política".
Entorno internacional
Finalmente, a Venezuela y a su Gobierno "les espera un entorno internacional aún más complejo en 2016", dijo a Sputnik Nóvosti el director de investigaciones de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES, basada en Buenos Aires), Andréi Serbin.
Estados Unidos "avanza con proyectos de cooperación energética en el Caribe, aprovechándose del debilitamiento financiero de la iniciativa venezolana Petrocaribe, con lo cual busca socavar la influencia de Caracas", según el experto del CRIES.
"Fuera del hemisferio, la caída de los precios del petróleo condiciona la capacidad financiera de Venezuela, sobre todo ante las deudas contraídas con China" mientras "Rusia atraviesa una situación que puede reducir su interés en interactuar con actores fuera de sus esferas de influencia directa", concluyó Serbin.
La nueva Asamblea Nacional de Venezuela, con 112 diputados de la MUD y 55 del PSUV elegidos por cinco años, instalará sus trabajos el 5 de enero de 2016.