"La señora mantuvo una reunión de dos horas con el vicepresidente Joe Biden, con quien construí una buena amistad, lo que generó entre sus asesores la pregunta: ¿Qué pasó para que una reunión con el vicepresidente de los Estados Unidos el de Brasil no esté presente?", reclamó Temer en la misiva, que generó un gran revuelo en el país y que ahora ha provocado el interés estadounidense.
Sin embargo, la segunda lectura que puede extraerse del aparentemente desinteresado movimiento de Joe Biden, sería el hecho de que Temer sería quien asumiría la Presidencia de Brasil en caso de que la moción de confianza o 'impeachment' contra Rousseff consiguiese la destitución de la mandataria, quedando el vicepresidente como responsable del Gobierno hasta el fin del mandato, es decir, desde 2016 hasta 2018.
Cabe recordar que Temer es el líder nacional del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) el principal partido de la alianza de Gobierno, pero también el primer interesado en acabar con la alianza con el Partido de los Trabajadores (PT) de cara a las elecciones de 2018.
Esta vertiente rupturista del PMDB tendría su máxima expresión en el presidente del Congreso, Eduardo Cunha.
Cunha no sería únicamente el impulsor del 'impeachment' a Rousseff, sino que desde que el pasado mes de julio la Fiscalía General de la República le acusó de estar relacionado con la corrupción en Petrobras no ha dejado de atacar a la presidenta.
El presidente del Congreso ha insinuado en varias ocasiones que Rousseff estaría encabezando una persecución en su contra a través de la Fiscalía y la Policía Federal, una tesis que ha servido de excusa a amplios sectores del PMDB para dar su apoyo explícito al proceso de 'impeachment'.