"Pasé los cuatro primeros años de Gobierno como un vicepresidente decorativo", explicó Temer en un carta que calificó como "desahogo personal" con 10 puntos en los que explica uno a uno los desencuentros con la líder del Partido de los Trabajadores (PT) y en la que denuncia que "siempre tuve conocimiento de la absoluta desconfianza de la señora y su entorno en relación a mi y el PMDB".
En este sentido, Temer dejó entrever la posibilidad de iniciar una ruptura de su partido con el Gobierno y recordó que únicamente el 59,9 por ciento de los miembros del PMDB votaron a favor de mantener la alianza en el último congreso y solo lo hicieron, según él, porque "era el candidato a la reelección de vicepresidente".
"Recuerdo que en la reunión de dos horas con el vicepresidente Joe Biden, con quien construí una gran amistad, no fui invitado lo que generó las preguntas de sus asesores", reclamó el vicepresidente quien concluyó su misiva afirmando que "el PMDB sabe a ciencia cierta que el gobierno busca promover su división, lo que ya intentó sin éxito en el pasado".

Cabe recordar que Michel Temer sería el gran beneficiado en caso del éxito del juicio político o "impeachment" ya que sería quien asumiría la Presidencia en caso de inhabilitación de Dilma Rousseff, además el inspirador del proceso y presidente del Congreso de los Diputados, Eduardo Cunha, es uno de los miembros más influyentes del PMDB y habría presionado para la ruptura de la alianza con el PT en los últimos meses.
Por todo ello se hace evidente que las sorprendentes declaraciones de Temer podrían significar el primer paso del PMDB hacia una ruptura oficial con el Gobierno, algo que pudo verse la semana pasada con la renuncia del ministro de Aviación Civil, Eliseu Padilha, lo que podría provocar el avance irremediable del proceso de impeachment tanto en la Comisión Especial como en el Congreso y el Senado Federal.
Por su parte, Dilma Rousseff no se pronunció este martes sobre las palabras de su vicepresidente aunque en sus últimas declaraciones en el Palacio de Planalto, cuando ya circulaban fuertes rumores de ruptura del PMDB, la presidenta afirmó no tener "ni un milímetro" de razones para desconfiar de Temer y aseguró que el mismo siempre había sido "extremadamente correcto".