Sin embargo, las primeras estadísticas indican que los empresarios ya trasladaron parte de la devaluación a los precios de diciembre. Según el Estudio Bein, el relevamiento mensual de precios ya proyecta un aumento de entre 4 y 4,5% para este mes, con un arrastre muy alto para el primero de 2016.
De acuerdo con una encuesta exclusiva realizada para Perfil, el 80% de los empresarios trasladará en forma parcial o total el aumento del dólar a los precios de sus productos.
Perfil hizo el sondeo entre 90 gerentes, dueños de empresas y responsables de precios que integran la organización Vistage, nacida en Estados Unidos y presente en la Argentina desde hace 15 años.
La mitad de los ejecutivos asegura que traspasará en parte el ajuste del tipo de cambio, un tercio indica que aplicará íntegramente el aumento del precio del dólar a sus precios. De la encuesta surge que el 70% de los encuestados tenía como referencia el dólar oficial y no el dólar paralelo por razones contables. Sólo un 20% dijo haber utilizado el valor del dólar paralelo.
Las devaluaciones, que han sido una constante en la historia argentina, "siempre tendieron a favorecer al sector agropecuario, provocaron fuertes inflaciones, deterioraron los ingresos de los trabajadores y provocaron procesos recesivos", concluye Rappoport, para quien "todas esas experiencias terminaron con caída del PBI, o en el mejor de los casos con un crecimiento nulo".
En suma, la devaluación provocará "una fuerte transferencia de ingresos hacia los sectores agroexportadores y de las grandes corporaciones, que buscan además del beneficio directo de sus mayores ingresos, rebajar el salario real, incrementar el desempleo (lo que crea una interesante mano de obra desocupada potencialmente más barata), ligar sus políticas en forma más estrecha a un organismo internacional cuyas directivas son siempre las mismas: devaluación y ajuste".