"Se ha observado una clara intención de injerencia de un estado sobre otro (…) Definitivamente algunos gobiernos sudamericanos de derecha están queriendo imponer sus principios ideológicos antes que fortalecer la integración entre los pueblos", dijo a esta agencia el vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Asamblea Legislativa de Bolivia, Víctor Borda.
Macri hizo ese pedido al participar este lunes en Asunción en la 49 cumbre del Mercosur (Mercado Común del Sur), lo que motivó una fuerte respuesta de la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien acusó al presidente argentino de "defender a violentos".
Para Borda, del partido gobernante boliviano Movimiento al Socialismo, Macri no debió haber planteado este tema en la cumbre del Mercosur.
"Definitivamente es una intromisión a la soberanía de un país, en este caso de Venezuela. Cada pueblo tiene su forma de administración de justicia", sostuvo el diputado.
POLARIZACIÓN
Por su parte, el analista Iván Miranda, profesor de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de San Andrés, calificó de "impertinente" el pedido del jefe de Estado argentino.
En su opinión, la controversia surgida entre Argentina y Venezuela en el marco de la cumbre de Asunción muestra la inevitable politización que se ha producido en las últimas décadas en los procesos integracionistas latinoamericanos.
"En el escenario de la 49 Cumbre del Mercosur, la acción política de Macri demuestra una actitud fuera de toda forma de comportamiento respecto a la política interna de otro país. Eso significa injerencia, presión y esencialmente un manejo discrecional del sentido estricto de la integración que se desenvuelve bajo principios de independencia y autodeterminación", dijo Miranda.
El pedido de Macri se refería, entre otros, a Leopoldo López, dirigente de la oposición venezolana condenado en septiembre a casi 14 años de cárcel, sindicado de instigar las protestas que durante el primer semestre de 2014 causaron 43 muertes en el país caribeño.