Las protestas comenzaron en la pequeña ciudad de Ginchi, a los 80 kilómetros de la capital de Etiopía, cuando las autoridades anunciaron la tala de bosques para proyectos de inversión.
"La policía y los militares abrieron fuego contra los protestantes y mataron al menos a 75 personas, mientras que hirieron a otras muchas", dice una declaración publicada en la página web de la organización.
Dozens dead in #Ethiopia crackdown: silence from international allies not acceptable #Oromoprotests https://t.co/d1dHSg5V1G
— Human Rights Watch (@hrw) 19 декабря 2015
Según la HRW, el 15 de diciembre el Gobierno etíope anunció que los protestantes tienen "relación directa con las fuerzas que recibieron tareas de unos grupos terroristas extranjeros", por lo cual las fuerzas de seguridad tomarán l"as medidas correspondientes".
A su vez, el jefe adjunto del departamento africano de la HRW, Leslie Lefkow, indicó que el trato a los protestantes como terroristas y el uso de la fuerza militar contra ellos es "una escalada extremadamente peligrosa de esta situación inestable".
Por su parte, las autoridades del país confirmaron la muerte de solo cinco personas al informar al mismo tiempo que durante los enfrentamientos murieron varios militares.