Por cuarto día consecutivo, el peso mejoró este jueves en su relación con el dólar en operaciones interbancarias, y cerró a 16.96 –debajo de la barrera psicológica de los 17 pesos–, un avance de 0,71 por ciento con respecto al miércoles, informó el organismo bancario federal.
Banxico hizo la más reciente modificación de su tasa de interés el 6 de junio de 2014, cuando la bajó de 3,5 a 3,0 por ciento; mientras que el banco central estadounidense había mantenido intactas las tasas desde el estallido de la crisis financiera de de 2008.
"De no haber incrementado las tasas se habrían generado depreciaciones adicionales del peso y de esta forma se afectarían las expectativas inflacionarias y a la inflación misma", que está en rangos mínimos históricos en México, dijo Banxico en un comunicado.
No obstante, la autoridad monetaria mexicana advirtió que la volatilidad en los mercados financieros se mantendría "elevada, e incluso aumente aún más".
Los analistas en México consideran que las políticas monetarias de las principales grandes economías como EEUU, en contraste con enormes caídas en los precios internacionales de las materias primas, sobre todo el petróleo, afectan a las monedas de las economías emergentes, como es el caso del país latinoamericano.
El peso seguirá bajo presión en las próximas semanas y la primera impresión en los mercados locales, dado el ligero avance del peso frente al dólar, es que el aumento anunciado de tasas en México compensará muy poco el deterioro de la moneda por otros factores globales, como los precios del crudo del décimo productor mundial del energético.