En noviembre de 2015 un 73 por ciento de los rusos apoyaba el embargo, mientras que en agosto de 2014, un 84 por ciento.
Al mismo tiempo aumentó el número de rusos que se pronuncia contra esta medida: si en 2014 estuvo contra solo un 9 por ciento, en este año hay 20 por ciento.
El sondeo se realizó del 14 al 15 de noviembre y abarcó a 1.600 personas de 46 regiones de Rusia.
Las relaciones entre Rusia y Occidente empeoraron a raíz de la crisis ucraniana y particularmente tras la adhesión de Crimea a Rusia.
EEUU, la UE y otros países occidentales aprobaron varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió con un veto agroalimentario.
En respuesta a la prolongación de las sanciones anunciadas por Occidente en junio de 2015, Rusia prorrogó el embargo alimentario por un año, hasta el 5 de agosto de 2016.