"Consideramos que en el segundo año este problema afectará también a otros países miembros", señaló.
Añadió que en el primer año del veto agroalimentario ruso, impuesto en agosto de 2014, la UE gestionó la situación "bastante bien" destinando la ayuda a los países más afectados de los Veintiocho.
Sin embargo, afirmó que los agricultores de la UE "sienten el efecto" de la decisión de Rusia de prolongar el veto.
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A raíz de la crisis en Ucrania y, en particular, tras la adhesión de Crimea a Rusia, EEUU y la Unión Europea impusieron varios paquetes de sanciones contra Moscú que afectan tanto a particulares como a empresas concretas y a sectores enteros de la economía rusa.
En respuesta, Rusia decretó el embargo de productos agrícolas procedentes de EEUU, la UE así como de Australia, Canadá y Noruega, que también se habían unido a las sanciones contra Moscú.
En junio de 2015 la UE prorrogó las sanciones económicas contra Rusia por un plazo de seis meses. Rusia también extendió el embargo agroalimentario por un año más.