"Al igual que tenemos un único mecanismo supervisor para bancos, necesitamos una Guardia costera y de fronteras de la Unión Europea para las fronteras externas", dijo Juncker.
El plan ha sido visto por varias capitales europeas como una nueva intromisión de la Unión Europea (UE) en su soberanía nacional.
Juncker ha defendido asimismo el Acuerdo Schengen, que permite desde 1985 la libre circulación de personas dentro de la UE.
"Bajo mi presidencia haremos todo lo posible para proteger Schengen", afirmó. "Queremos defender todo lo que Schengen representa y por eso nos preparamos para una nueva época", agregó el presidente de la Comisión Europea.
Los ciudadanos europeos, continuó Juncker, "quieren poder continuar viviendo en seguridad, por lo que se impone una mejora de la coordinación en la UE".
El documento también destaca que 800.000 peticiones de asilo siguen todavía por estudiar, la mayoría en Alemania (366.000, un 45 por ciento del total) y Hungría (107.000, un 13 por ciento).
Según los últimos datos de Frontex, cerca de 1,55 millones de inmigrantes llegaron a la UE en los primeros 11 meses de 2015.