En declaraciones a Sputnik Nóvosti, Aguilar reconoce que "es imposible luchar contra el terrorismo internacional, cuando estas organizaciones tienen bases en otros países o cuentan con la complicidad o el silencio de terceros" países.
Es muy "difícil" como lo es la lucha contra el "narcotráfico hasta que no hay una intención global de acabar con ellos en todo lo sitios".
"La propuesta es lógica" ya que en el momento en que "las organizaciones terroristas tienen un carácter global" y pueden actuar en Oriente Medio, en el Cuerno de África, en el África subsahariana y en Europa o en Estados Unidos, se plantea como "un tema global con una solución que debe ser global".
Los yihadistas "tienen muchos santuarios donde refugiarse, hacer sus operaciones económicas para financiarse, donde desarrollar una logística", explica el experto a esta agencia.
"Es un caso parecido al narcotráfico", opina: "La logística, el dinero, la organización, la formación", todo esto "no se hace en una cueva o en una mezquita clandestina en un barrio europeo", alerta, sino que "se necesita una infraestructura que solo la pueden hacer países o bien porque son cómplices o porque de alguna forma hacen la vista gorda y hay una omisión de actuar contra estas organizaciones terroristas".
Sin embargo, Aguilar no es nada optimista en que esta alianza se llegue a sellar: "El terrorismo muchas veces no es más que un instrumento que utilizan algunas potencias para sus intereses geopolíticos", insiste.
"Pasa también con el narcotráfico, que ha sido utilizado en ocasiones para financiar organizaciones armadas como la contra nicaragüense o algunas otras en Kosovo", explica.
Por eso "cuando el terrorismo se convierte en una arma que puede ser utilizada o manipulada o instrumentalizada para los interés geopolíticos de otros es muy difícil conseguir esa alianza", afirma.
Por tanto la propuesta de Putin "es lógica", pero llevarla a cabo implicaría "unas dificultades que en estos momentos son difíciles que se pueda solucionar".
Aguilar cree que parte de Europa, impulsada por Francia, sí este dispuesta a crear esta coalición antiyihadista, pero "a nivel global lo veo difícil".
A Rusia solo le basta con utilizar la inteligencia con Turquía
Rusia no necesita recurrir a la fuerza armada, le basta con utilizar su inteligencia en la crisis con Turquía, dijo Aguilar.
"Si además se demuestra que Turquía no está haciendo todo lo que tiene que hacer en la lucha contra el terrorismo y que se ha convertido en un peligro", no hace falta "una respuesta armada", insiste.
Según este experto, Rusia "tampoco quiere llegar a un enfrentamiento completo, porque necesita tener controlado el paso de los buques del mar Negro hacia el Mediterráneo por el estrecho de los Dardanelos".
"Turquía es uno de los puntos de mayor afluencia de turistas rusos", que podrían dejar de viajar a ese país: "Con eso solo ya pone muchas dificultades" a Erdogan, "que es el responsable de lo ocurrido y del deterioro de las relaciones con Rusia".
Hasta ahora había negocios e intercambios comerciales "por más de 44.000 millones de dólares", recuerda Aguilar.
Turquía es el canal por el que fluye la logística de Estado Islámico
Aguilar opina que la cuestión turca se ha convertido en un problema porque es allí por donde fluye la logística y financiación del Estado Islámico, pero también porque el presidente, Recep Tayyip Erdogan, tiene dos problemas propios, la oposición laica y de izquierdas y los kurdos, estima un experto.
"Ellos son los responsables políticos en el país y los que tienen que velar para que eso no se convierta en un santuario para terroristas, siendo además Turquía un país de la OTAN", opina.
Ankara "se ha metido en un berenjenal que obedece en parte a esa visión de iluminado que tiene Erdogan de intentar conseguir un neoimperio otomano", cuando "sus pretensiones de integrarse en la UE parecen fracasadas".
Turquía tiene además otros problemas graves internos "porque hay una oposición laica de izquierdas que tiene mucha tradición entre los militares y que no acepta un régimen islámico, por muy blando que lo quiera vender Erdogan", afirma el experto.
El segundo problema "muy grave" son los kurdos.
"El conflicto en Siria y en Irak ha provocado como efecto secundario que los kurdos tengan unas ciertas zonas controladas que ahora sí les pueden servir de base para reclamar y avanzar en posiciones dentro ya de territorio turco".
Erdogan, "ante estos dos graves problemas, se encuentra en una situación entre la espada y la pared", sostiene el analista.