"Esta conclusión viene respaldada por indicios como una buena organización de los procesos de llegada y desplazamientos en el interior de Europa, los documentos dudosos de muchos inmigrantes, o el hecho de que el estatus de refugiado lo busquen hombres sanos en edad militar que disponen de modernos teléfonos para intercambiar información", declaró en una reunión sobre problemas de la inmigración.
El viceministro subrayó que hay motivos reales para estos temores.
"Es más, existen motivos para creer que los procesos migratorios podrían utilizarse como una tecnología de las llamadas guerras híbridas, como parte de la conocida ideología del caos controlado", alertó.
La actual crisis de refugiados en el continente europeo "debe estar, y ya está, en el punto de mira de las organizaciones competentes rusas, para descartar la posibilidad de que esto ocurra en la frontera entre Rusia y sus vecinos del este", apuntó Zúbov.
"El Estado Islámico (Daesh en árabe, grupo yihadista proscrito en Rusia) está intentado aumentar sus fuerzas en Afganistán cerca de la frontera con Tayikistán; mientras tanto, en Afganistán se han expedido más de un millón de pasaportes para viajar al extranjero", concluyó.