En el momento del arresto en 1983, Klingberg se desempañaba como director adjunto del supersecreto Instituto de Investigaciones Biológicas de Ness Ziona que por aquel entonces, según algunos medios internacionales, trabajaba como mínimo en medios de protección contras las armas químicas y bacteriológicas.
El espía soviético fue delatado por un agente doble cuya identidad se mantiene como un secreto de Estado.
En los interrogatorios, afirmó que no colaboraba con la URSS por dinero, sino para agradecer el haberlo salvado de los nazis.
Al comenzar la II Guerra Mundial, Klingberg había huido de su Varsovia natal a la Unión Soviética donde se alistó en el Ejército Rojo, destaca la televisión.
El investigador, que también tenía el rango militar de teniente coronel, fue sentenciado en un juicio secreto a 20 años de prisión.
Tras cumplir la condena recibió permiso para marcharse a París junto a su hija.