"La mayoría de musulmanes británicos no solo cree que los ataques aéreos en Siria no serán efectivos en la destrucción de Daesh (su denominación en árabe), sino que además serán otro sargento de reclutamiento para los terroristas", denunció Shuja Shafi, secretario general del Consejo Musulmán Británico (MCB, por sus siglas en inglés).
Shafi reconoce en su comunicado que las comunidades musulmanas quieren ver derrotado a este "culto asesino" que es "una entidad malvada e inhumana", pero están en desacuerdo con el orden de prioridades en la estrategia del primer ministro, David Cameron.
Por otro lado, el líder de Respect y candidato a la alcaldía de Londres, George Galloway, criticó la decisión del dirigente laborista, Jeremy Corbyn, de permitir libertad de voto a sus diputados cuando la propuesta se presente en Westminster.
"Siento decir que Corbyn ha cometido un funesto error táctico, estratégico y moral de grave magnitud", escribió en su cuenta de Twitter.
El ex diputado laborista, que fue expulsado del partido en 2003 por su oposición a la invasión de Irak, añadió en su tuit que la posición adoptada por Corbyn "significa que las bombas que caigan sobre Siria serán bombas laboristas-conservadoras".
La ministra principal de Escocia, la nacionalista Nicola Sturgeon, se hizo eco de la confusión en la estrategia laboristas: "¿así que un partido que dice que es anti-ataques aéreos acaba de hacer más posible un voto en favor de ataques áereos?! Figurénse!".