"Surge la impresión de que el Gobierno turco conscientemente encamina las relaciones ruso-turcas hacia un callejón sin salida, hecho que lamentamos", dijo.
Al mismo tiempo tachó de inexplicable y traicionero el ataque al cazabombardero ruso Su-24 derribado esta semana por la fuerza aérea turca.
Según el líder ruso, lo ocurrido contradice el sentido común y el derecho internacional.
"El avión fue derribado en el territorio sirio", recordó.
Hasta ahora, prosiguió, no hubo "disculpas claras" de parte de gobernantes del país otomano ni propuestas de indemnización por el daño ocasionado.
"Tampoco han prometido castigar a los culpables de ese crimen", afirmó Putin.
El líder ruso advirtió igualmente que existen personas interesadas que colaboran con el Estado Islámico y ganan millones de dólares encubriendo la venta ilegal de petróleo, obras de arte, trata de personas y tráfico de drogas.
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El martes dos cazas turcos derribaron en el espacio aéreo de Siria un bombardero ruso Su-24 que retornaba a su base tras atacar objetivos del grupo terrorista Estado Islámico.
El presidente ruso Vladímir Putin calificó este hecho como "una puñalada por la espalda" y advirtió que tendría graves consecuencias.