La aviación de transporte militar trasladó el sistema antiaéreo en el transcurso de 24 horas desde la región de Moscú hasta la base aérea, según informó a RIA Novosti un portavoz de la Fuerza Aeroespacial de Rusia.
El S-400, junto con el complejo Fort del destructor portamisiles Moskva, se encargarán de garantizar la seguridad del grupo aéreo ruso y abatirán cualquier objetivo que represente una amenaza.
Este complejo esta destinado a neutralizar los aviones de interferencia, aviones radares, aeronaves espías, aviones estratégicos y tácticos, misiles balísticos, objetivos hipersónicos y otros medios modernos y futuros de combate aéreo.
Turquía afirma que la aeronave rusa había incursionado en su espacio aéreo, mientras que Moscú mantiene que el aparato no cruzó la frontera y en ningún momento amenazó al país otomano.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó el derribo del Su-24 como "un puñalada por la espalda".