"Se conoce la reacción de nuestras autoridades y de nuestro pueblo a este acto terrorista contra nuestras Fuerzas Armadas que están llevando a cabo una operación (en Siria); fue una miserable puñalada por la espalda en todos los sentidos contra nuestro avión que participaba de forma legítima en las operaciones en el territorio de Siria y bombardeó al grupo terrorista", dijo.
"Nosotros, claro está, analizamos la reacción de otros países respecto a las acciones de la Fuerza Aérea de Turquía y advertimos que a menudo esta reacción es cobarde", expresó.
Rogozin denunció que se trata de intentos "de distanciarse de lo sucedido, de distanciarse de la necesidad de condenar este crimen", o"incluso de la connivencia directa respecto a las autoridades turcas que de hecho han cometido un acto de agresión".
"Las máscaras han caído, hoy queda más claro con quién podemos contar para alcanzar nuestro objetivo, el arreglo político en Siria", subrayó.
"De hecho, los envíos de petróleo desde Siria a Turquía ya tienen hoy día carácter industrial, ese negocio mueve miles de millones de dólares que van a parar a las cuentas de personas concretas que ordenaron derribar el avión", recalcó.
El martes pasado los cazas de Turquía derribaron un bombardero ruso Su-24 que retornaba a su base tras golpear objetivos del grupo terrorista Estado Islámico en Siria.
Ankara afirma que la aeronave rusa incursionó en el espacio aéreo otomano, mientras que Rusia sostiene que el aparato no cruzó la frontera y en ningún momento amenazó a Turquía.