Al comentar la reunión del Consejo de representantes permanentes, convocada por la OTAN después de que Turquía derribara un avión militar ruso Su-24 en la frontera con Siria, Grushkó señaló que "Ankara se ha salido con la suya".
"Escudándose en la presunta solidaridad de aliados, ha obligado a la OTAN a justificar sus acciones ilegales que no solo minan los esfuerzos comunes en la lucha contra el EI sino también ponen en riesgo la seguridad de países comprometidos con Turquía en calidad de aliados", dijo el diplomático ruso.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, llamó anteriormente a la calma y la distensión a raíz del incidente e instó a Ankara y Moscú a ponerse en contacto para prevenir situaciones similares en el futuro. Al mismo tiempo, dijo que la información que tienen los aliados sobre lo ocurrido coincide con los datos que recibieron de Turquía.
Para el embajador ruso, "es otra prueba de que la OTAN (…) se guía por razones de conveniencia política".
Grushkó lamentó que la Alianza no haya tenido palabras de compasión tras la muerte de dos militares rusos — uno de los pilotos que se catapultaron del Su-24 y un miembro del grupo enviado para rescatarlos — y recordó que "precisamente la OTAN decidió suspender contactos militares (con Rusia) y no toma medidas prácticas para restablecerlos".
Este martes se estrelló en territorio sirio un bombardero Su-24 ruso tras ser alcanzado por un misil aire-aire turco. El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el acto de una "puñalada por la espalda".