Según informó la secretaria de Medio Ambiente de Espíritu Santo, las "ecobarreras" colocadas por la empresa minera Samarco a petición de la Justicia Federal no tuvieron ningún éxito a la hora de contener el fluido viscoso, ya que estas estarían específicamente diseñadas para retener vertidos de petróleo, el cual se mantiene flotante en la superficie, y no lodo que se disuelve fácilmente en el agua marina.
La minera Samarco, propiedad de las multinacionales Vale S.A. y BHP Billiton, está sujeta a una multa diaria de 10 millones de reales (2,6 millones de dólares) impuesta por el Ministerio Público Federal que únicamente será retirada cuando la empresa entregue un plan de acción para evitar el impacto ambiental del lodo en el litoral de Espírito Santo que convenza a las autoridades brasileñas, algo que no ocurrió con el plan presentado el pasado jueves.
En declaraciones al diario brasileño O Globo, el biólogo André Ruschi apuntó que el tsunami marrón podría tardar hasta 100 años en desaparecer completamente y apuntó a que este podría llegar a afectar al archipiélago de Abrolhos, a 210 kilometros de la desembocadura del río Doce en Linhares, un espacio protegido desde 1993 donde unas 1.000 ballenas rorcuales finalizan estos meses la su periodo de cría, una posibilidad que sin embargo fue descartada por la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.