Según los cálculos del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (IBAMA), el torrente de lodo tóxico alcanzaría la desembocadura del río Doce el próximo viernes 20 de noviembre por lo que sería urgente una actuación inmediata de Samarco para evitar una catástrofe medioambiental sin precedentes, de ahí que la multa establecida ascienda a 10 millones de reales(2,67 millones de dólares) por día incumplido.
En declaraciones a Sputnik Nóvosti, el biólogo y responsable del Proyecto Medio Ambiental "Ojo Verde", explicó que "estamos hablando de una tragedia medioambiental, ya que una vez los millones de metros cúbicos de lodo tóxico vertido alcancen el litoral, la acción de las mareas y los vientos podrían multiplicar su alcance afectando a ecosistemas situados a decenas e incluso centenas de kilómetros de la desembocadura del río Doce".
"Los lodos tóxicos, cargados de metales pesados como el mercurio, podrían posarse sobre los valiosos ecosistemas de coral de la costa de Espíritu Santo alterando la transparencia de sus aguas y asfixiando los corales, además los residuos tóxicos se infiltrarán en la cadena alimentaria a través de los peces pudiendo alcanzar a las comunidades pesqueras que se abastecen en algunas de las áreas de pesca más ricas del país", añadió.
"Solo conoceremos el alcance real de la tragedia en unos 10 o 20 años", sentenció Moscatelli quien cree que cualquier maniobra para recuperar el río Doce podría estar llegando tarde debido a que "algunos tramos del río se encuentran sepultados bajo metros de lodo que comienza a solidificarse bajo el sol y resulta económicamente inviable intentar recuperarlos, todos los esfuerzos deberían concentrarse en las áreas que todavía pueden sobrevivir a la catástrofe".
"¿Porqué se ha esperado tanto en exigir una medida tan previsible como que la avalancha de lodo acabaría alcanzando el mar?¿No se han dado cuenta que un plazo de 24 horas es imposible de cumplir? Estamos ante una doble negligencia", concluye.