Así opina el presidente de la Academia de Problemas Geopolíticos, el doctor en ciencias militares Konstantín Sivkov.
EEUU no puede permitir que Turquía se distancie y "aplica una política encaminada a atarla", por lo cual consiguió la cancelación del acuerdo turco-chino, agregó.
Sin embargo, indicó, China no podía traspasar todas las tecnologías a la hora de vender los misiles, a pesar de que lo requería Ankara.
De haberse realizado la transacción, "Turquía habría dependido de China en el suministro de componentes, lo que es fatal para EEUU", señaló.
Turquía anunció en 2009 una licitación para la compra de componentes de sistemas de defensa antimisiles por un monto de 4.000 millones de dólares.
A diferencia de sus competidores, China permitió la producción de parte de los complejos de misiles en Turquía y aceptó la transferencia de sus tecnologías a la parte turca.
Además de la compañía china se presentaron a la licitación el consorcio norteamericano Raytheon & Lockheed Martin, el consorcio franco-italiano Eurosam y el ruso Rosoboronexport.
El anuncio de la victoria china condujo a presiones sobre Turquía por parte de sus aliados de la OTAN, tras lo cual la licitación fue prorrogada.