El ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, señaló que el avión violó el espacio aéreo a cuatro millas náuticas al este del archipiélago Los Monjes, en el Caribe venezolano, y advirtió que el portaaviones estadounidense George Washington “estará muy cerca" de Venezuela el 6 de diciembre, día de las elecciones parlamentarias.
La diputada Julia Perié, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de Argentina por el Frente para la Victoria, señaló a Sputnik Nóvosti que “es absolutamente repudiable que esas cosas sucedan, más en un momento tan delicado en que están preparándose para las elecciones”.
“No es la primera vez que Estados Unidos hace esto, lo ha hecho en reiteradas oportunidades, y además estos aviones no son sencillos, sino que están preparados para mandar información al momento. Hay que ver qué es lo que intentan hacer con esta situación, al violar el espacio aéreo indiscriminadamente. Son cosas que hay que denunciar, y repudiar”, agregó.
Para la parlamentaria, “es una situación delicada que están viviendo algunos países, en la proximidad de elecciones. Pensar que un avión que despega desde los Estados Unidos, que hace inteligencia, y atraviesa sin autorización el espacio aéreo, es muy grave. No creo que haya que dejar pasar este tipo de situaciones, porque no se sabe dónde pueden terminar”.
“Este incidente que denuncia el gobierno venezolano no se puede separar de las inminentes elecciones legislativas del seis de diciembre”, señaló a Sputnik Nóvosti Raúl Zibechi, analista internacional del semanario Brecha de Montevideo y de La Jornada de México,agregando que "la injerencia de Estados Unidos está en ese marco, de tener una presencia de cara al tema electoral”.
Para Zibechi, “hay que considerar las dos partes: no es la primera vez que Estados Unidos interviene de forma desembozada, lo hace permanentemente de una forma más sutil en todos los países de la región, a través de institutos que promueven la democracia, de financiar a la oposición, de poner dificultades de todo tipo al gobierno venezolano, pero estamos ante unas elecciones en una coyuntura muy especial en América Latina, y es una forma de generar un hecho consumado”.
La importancia que le ha dado el gobierno de Maduro al incidente “también se relaciona con el tema electoral y una advertencia a la población de que la injerencia de Estados Unidos es permanente”, agrega el analista.
Zibechi considera que es una advertencia “más a mediano paso, que podría leerse de esta manera, entre líneas: Estados Unidos estaría dispuesto incluso a intervenir por la fuerza, militarmente, si no se cumplen determinadas condiciones, dicho diplomáticamente, si no se respeta escrupulosamente el resultado de las elecciones, es decir, el triunfo de la oposición, a la cual Estados Unidos apoya fervientemente".
Si pierde la oposición, el escenario que puede darse, según Zibechi, es una denuncia de fraude, una situación de inestabilidad. Pero aún si gana la oposición y el gobierno reconoce el triunfo, “inmediatamente van a pedir la renuncia de Maduro y generar una situación de inestabilidad”, concluye.
En declaraciones a Sputnik Nóvosti, Carlos Aznares, director del periódico Resumen Latinoamericano, señaló que el hecho es “parte de una ofensiva de provocación de Estados Unidos de cara a las elecciones del 6 de diciembre. Tanto Estados Unidos como los sectores de oposición venezolana no encuentran la fórmula de derrocar a Maduro por la vía electoral y han lanzado una ofensiva que incluye guerra económica, desabastecimiento, atentado contra el bolívar a favor del dólar, e ir generando acciones violentas, como la que se produjo en una universidad donde fue asesinado un estudiante”.