El funcionario explicó que Putin está de acuerdo con las recomendaciones hechas más temprano por el Servicio de Seguridad de Rusia y el Comité Nacional de Aviación de cancelar temporalmente los vuelos rusos a Egipto.
"El jefe del Estado está de acuerdo con estas recomendaciones, Putin ordenó al Gobierno elaborar los mecanismos para la realización de estas recomendaciones del Comité Nacional de Aviación y garantizar la evacuación de los ciudadanos rusos", dijo Peskov.
En este momento, en Egipto se encuentran unos 45.000 turistas rusos, entre ellos el 40 por ciento están en Sharm el Sheikh y la península del Sinaí, según la Agencia Federal de Turismo de Rusia.
Cobra fuerza hipótesis del atentado
El primero en hacer sonar las alarmas fue el Gobierno del Reino Unido. El jueves el ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, aseguró que existe una "probabilidad significativa" de que el grupo yihadista Estado Islámico esté detrás del accidente del avión ruso sobre la península el Sinaí.
La decisión de Londres fue seguida por Irlanda, Francia, Países Bajos, Ucrania, Letonia y dos filiales de la alemana Lufthansa. Este viernes el Gobierno de España también aconsejó a sus ciudadanos no viajar a Egipto y la aerolínea escandinava SAS canceló su vuelo a Sharm el Sheikh previsto para mañana.
"No, (no comparten) nada", declaró el ministro, respondiendo a la pregunta de los periodistas.
Londres justifica su negativa a colaborar con los investigadores rusos y egipcios alegando razones de seguridad, según dijo el jueves el ministro británico de Transporte, Patrick McLoughlin.
"Tenemos que tomar decisiones correctas cuando se trata de la seguridad de nuestros ciudadanos", dijo McLoughlin respondiendo al comentario de un parlamentario británico que instó a cooperar con Rusia en la investigación de la tragedia.
Evacuación accidentada
La operación retorno de los 20.000 turistas británicos desde el aeropuerto de Sharm el Sheikh comenzó este viernes en medio de una creciente situación caótica.
La oficina del primer ministro de Reino Unido, David Cameron, transmitió su "frustración" por esta información adelantada por la aerolínea de bajo coste.
La cancelación de los llamados "vuelos de rescate" dejó en tierra a cientos de decepcionados pasajeros, que habían aguardaron horas de cola en los adicionales controles de seguridad introducidos en el principal aeródromo del Sinaí.
El embajador británico en Egipto, John Casson, fue abucheado y tuvo que hacer frente a la furia de al menos una turista, según imágenes grabadas en móviles y difundidas por los medios de comunicación.
El portavoz de Cameron admitió que la situación en Sharm el Sheikh es "fluida, compleja y difícil".
El pasado sábado la aviación civil rusa vivió la peor catástrofe de su historia: 224 personas murieron al estrellarse el Airbus A321 de la compañía aérea Kogalymavia que volaba de Sharm el Sheikh a San Petersburgo.
La causa de la catástrofe aún no ha sido determinada de manera oficial. El Kremlin ha dicho que hasta no descarta ninguna hipótesis, incluida la de un ataque terrorista contra la aeronave rusa.