Con un porcentaje de consumidores habituales de entre el 3 y el 5 por ciento de su población, según los datos de la Asociación Paulista para el Desarrollo de la Medicina (APDM), y un 27% de su población carcelaria respondiendo por tráfico de drogas, la más reciente encuesta del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) apuntó que el 79 por ciento de los brasileños estarían en contra de una eventual legalización de la marihuana en el país.
"A pesar de que la discusión ya está en el Supremo brasileño desde hace tiempo, la composición del Congreso Nacional y los proyectos de corte conservador que están impulsando me hacen mantener un punto de vista muy pesimista sobre el asunto", comentó Cano quien cree que la única manera de que Brasil avance en este sentido sería a través de la presión internacional.
"Si los proyectos que se están llevando a cabo en Chile, Uruguay o México salen adelante y finalmente Estados Unidos avanza hacia la completa legalización de las drogas blandas, entonces sí resulta posible que la presión internacional haga cambiar la postura de Brasil sobre el asunto", añadió el experto que recordó que "Brasil no tiene la osadía de enfrentarse a un asunto que genera tantísima división social".
En su opinión, el peso del narcotráfico en el país y la violencia que genera actúa como "un freno para el proceso" cuando, paradójicamente, debería actuar como un aliciente: "Es evidente que la legalización del porte y consumo de la marihuana eliminaría en gran medida el crimen, la corrupción así como de la violencia generada por el narcotráfico en todo el país. Aunque también es evidente que estas mismas mafias encontrarían nuevas maneras de garantizar su lucro".
Tema: Narcotráfico, amenaza global
Por último, Cano comentó que en el caso concreto de la marihuana "las posibilidades de autoproducción que esta substancia ofrece a sus consumidores es una gran ventaja ya que con la legalización de su consumo personal se desactivaría toda actividad ilícita y lucro en torno a su producción y distribución. Algo que no sería posible aplicar a otras drogas de producción compleja como la cocaína".