El anuncio de la reunión que mantendrán el sábado en Singapur Ma y el presidente chino, Xi Jinping, ha convulsionado los preparativos para las elecciones que se celebrarán en dos meses en la isla.
"La finalidad de nuestra decisión no son las elecciones sino la felicidad de la próxima generación", ha señalado hoy Ma para contestar a los que sostienen que busca mostrar sintonía con Pekín.
La reunión ha sido criticada por Tsai Ing-wen, la candidata del opositor Partido Democrático Progresista (PDP) y clara favorita en las encuestas, como un movimiento a la desesperada del Kuomintang, el partido en el poder.
"El pueblo perdió la confianza en el Gobierno y no aceptará otra política diseñada a escondidas", ha señalado Tsai.
Su rival en las elecciones, el candidato Eric Chu, ha advertido hoy de que las relaciones con Pekín se deteriorarán si triunfa el PDP.
Ma ha explicado que hablará con su homólogo sobre la marginación internacional que sufre la isla debido al principio de "una sola China" que impone Pekín en sus relaciones diplomáticas.
Hoy solo 22 países reconocen a Taiwán, que tampoco tiene representación en la ONU ni en las principales organizaciones internacionales.
"Taiwán se ha topado durante mucho tiempo con grandes problemas para participar en acontecimientos internacionales y esa queja la hemos escuchado del publico, en especial de las ONG", ha añadido Ma en una rueda de prensa en la que ha defendido el valor de la reunión del sábado.
Esta será la primera cumbre presidencial entre Taiwán y China desde que los nacionalistas de Chiang Kai-shek huyeron a la isla tras perder la guerra civil contra Mao en 1949.
China considera Taiwán una parte de su territorio y ha amenazado con anexionarla a la fuerza si declara formalmente la independencia.
Las relaciones a ambas orillas del estrecho de Formosa han mejorado durante el Gobierno del Kuomintang, lo que ha permitido la firma de numerosos acuerdos económicos y comerciales.
La probable victoria del PDP, con una línea más dura hacia Pekín, aumentará presumiblemente las tensiones en un contexto de creciente sentimiento contra la China continental en la isla.