Xi se ha reunido con Eric Chu, presidente del Kuomintang, en el Gran Palacio del Pueblo situado en Pekín, donde las fotografías han mostrado a ambos líderes sonriendo y en situación distendida.
El Kuomintang gobernó China desde 1928 hasta que perdió la guerra civil contra los comunistas de Mao en 1949 y se refugió en Taiwán, considerada aún por Pekín como una provincia renegada que antes o después recuperará.
El Kuomintang, sin embargo, defiende ahora tesis más prochinas, al contrario que el Partido Progresista Democrático, que apuesta por la independencia.
Los líderes del Partido Comunista de China y del Kuomintang no se habían reunido desde que el presidente honorario del KMT, Lien Chan, viajó a Pekín siete años atrás.
Muchos taiwaneses recelan de ese principio, especialmente después de lo que entienden como una creciente influencia de Pekín en su territorio a través de la apertura comercial.
Chu ha pedido una mayor presencia taiwanesa en las organizaciones globales pero no es probable que encuentre la colaboración de Pekín.
China impone el principio de "una sola China" en sus relaciones diplomáticas e impide que Taiwán entre en los organismos internacionales.
El mes pasado vetó la presencia de Taiwán en el banco de desarrollo asiático que apadrina, a pesar de que las relaciones a ambas orillas del estrecho de Formosa disfrutan de una mayor sintonía desde la subida al poder en 2008 de Ma Ying-jeou.