Conocido por sus expresiones poco diplomáticas y por su estilo sencillo y ajeno a los protocolos, el ex presidente José Mujica, a sus 80 años, se ha convertido en un diplomático y un incansable viajero, desde que dejó la Presidencia en marzo de este año.
El viernes 30 de octubre, el senador Mujica llegó a Turquía acompañado por su esposa, la también senadora Lucía Topolansky, en vísperas de las elecciones legislativas de ese país. La pareja fue recibida en el aeropuerto de Estambul en un automóvil Fusca, como llaman en Uruguay a los clásicos Volskswagen “escarabajo” como el que tiene Mujica.
Junto con su esposa viajaron a Anatolia, seguidos por un cortejo de cerca de 30 escarabajos con banderas turcas y uruguayas. El ex presidente firmó ejemplares de "El presidente sin palacio", el nombre con el cual fue traducido al turco el libro "Una oveja negra al poder”, de los periodistas Ernesto Tulbovitz y Andrés Danza.
“El presidente más pobre del mundo” fue el titular de varios diarios de la oposición, comparando a Mujica con el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien inauguró hace un año un lujoso y gigantesco palacio que costó 500 millones de euros.
En octubre Mujica estuvo en Buenos Aires, donde hizo campaña a favor del candidato presidencial oficialista Daniel Scioli e inauguró una escuela agraria con su nombre. El mismo mes también participó en el congreso de la central sindical brasileña (CUT) junto con el ex presidente Luis Inácio Lula Da Silva y la mandataria Dilma Rousseff.
El 27 de agosto, fue la estrella ante miles de jóvenes brasileños en la Universidad de Río de Janeiro, cuando recibió el premio a la "Personalidad Sur 2015". Antes había estado en Guatemala, donde lo esperaban 30 escarabajos en el aeropuerto, y disertó en un foro regional sobre los imperativos morales del ser humano ante la política y la economía global.
En mayo, había viajado con su esposa al País Vasco, donde celebró su cumpleaños número ochenta en la localidad de Muxika, de donde vinieron sus antepasados. En esa gira también pasó por Roma donde se reunió con el papa Francisco. Cuatro meses después, volvió a España para visitar "La Puebla de Albortón” (Zaragoza), donde vivió el abuelo del héroe de la independencia uruguaya José Gervasio Artigas.
Mujica, quien anunció que se retirará del Senado en abril de 2016, aclaró que todos sus viajes son pagados por quienes lo invitan. "Quiero aclarar que en cada uno de estos viajes, el que invita paga los gastos y la estadía, y aunque existe gente que cobra algún estipendio, nosotros no cobramos nada. No estamos para dar conferencias de esas que se cobran caché.
Naturalmente, no podemos hacer frente a los gastos de hotel o a los viáticos y esa es la parte que corresponde a quienes nos invitan. Creemos que es una difusión a favor del país", señaló.
