Pero diez días de entrevistas y visitas al frente en el norte de Siria por parte de los periodistas "evidencian que ésta (coalición) solo existe por su nombre y que los desafíos políticos y logísticos que enfrenta son desalentadores".
Además, el periódico señala los problemas potenciales de esta coalición, en la que las milicias kurdas jugarían un papel destacado, alienando a Turquía, un aliado clave de EEUU en la región.
Los propios comandantes de las fuerzas de autodefensa kurdas (YPG) expresan su escepticismo ante los esfuerzos estadounidenses, ya que a pesar de su experiencia en el combate contra las fuerzas del Estado Islámico (EI), la población árabe de otras zonas del país, donde es mayoritaria, puede desconfiar de ellas.
El diario estadounidense señala que la heterogeneidad de la coalición hace difícil la coordinación entre los diferentes grupos, cuyo nivel de instrucción es además dispar.
"Mientras los kurdos se han acostumbrado a garantizar la seguridad de su territorio, con fuerzas uniformadas y una clara cadena de mando, sus aliados árabes a menudo dejan a adolescentes con kalashnikov en los puestos de control y allí detienen los coches al azar, asustando a los conductores", escriben los autores del artículo.
Agregan que "el comandante de un grupo árabe lamentó que, mientras los comandantes kurdos emiten sus órdenes y los combatientes las siguen, él solo podía sugerirlas y esperar que sus hombres las cumpliesen".
Desde el 30 de septiembre la aviación rusa bombardea posiciones de los terroristas del EI en Siria tras una petición del presidente Bashar Asad.
La coalición internacional liderada por EEUU realiza desde 2014 ataques contra el EI en Siria, sin embargo, durante ese período los terroristas han extendido su dominio en vastos territorios del país.