El discurso incluye amenazas poco concretas como "respuestas decididas" si Washington cumple su amenaza de repetir las maniobras alrededor de las islas que Pekín levanta en el Mar del Sur de China.
La tibia reacción oficial ha decepcionado al inflamado y fragoroso sector nacionalista de las redes sociales.
La prensa oficial había advertido la semana pasada con rotundos editoriales de que Estados Unidos pagaría un precio muy alto si uno de sus barcos entraba en sus aguas.
Los chinos que escuchan los discursos oficiales subrayando el auge del país y recuerdan aún el espectacular desfile militar en la Plaza de Tianenmén, con misiles de todos los tamaños, han quedado decepcionados con la escasa rotundidad de Pekín.
Los internautas piden en las redes sociales recurrir a las armas si es necesario para frenar el desafío estadounidense.
Las autoridades chinas, expertas en estimular o frenar el nacionalismo de su pueblo contra Estados Unidos o Japón, han pisado esta vez el freno.
"El Pentágono está obviamente provocando a China. Es el momento de poner a prueba la sabiduría y la determinación del pueblo chino. Debemos mantener la calma. Si nos sentimos deshonrados y pronunciamos palabras furiosas sólo haremos que Estados Unidos consiga su objetivo de irritarnos", señala un editorial esta mañana.
"Debemos analizar las condiciones actuales del acoso estadounidense. Parece que sólo pretende mostrar su presencia ya que no ha elevado la imprudente demanda de que China detenga la construcción de islas. No tiene intención de emprender un choque militar con China. Tan sólo es un espectáculo político estadounidense", continúa.