El editorial recuerda que el propósito original de los Récords Guinness era animar a la gente a superarse a sí misma y explorar los límites humanos, pero que varios ejemplos recientes en China como la mayor empanadilla al vapor o los mayores zapatos de piel los han convertido en "ausentes de sentido" y en una "pérdida de dinero".
"Esta tendencia de comportamiento presuntuoso e infantil es perjudicial e inútil para nuestro desarrollo social", sostiene el diario, que asegura que muchos de los organizadores sólo buscan la fama, el dinero o la diversión.
Lo peor, continúa el medio, es que muchos de los retos son organizados por los gobiernos locales para mejorar su imagen e impresionar al resto.
"Los funcionarios quizás añadan estos récords a su currículum como parte de sus logros. Pero lo que hacen no sólo daña la imagen del Gobierno sino los valores y cultura social. Debemos terminar con estos retos absurdos del Récord Guinness", finaliza.