"Los pilotos recibieron en pleno vuelo la información de que las llamas se acercaban al recinto histórico y sin pensarlo dos veces recogieron agua del mar y realizaron un 'ataque' masivo al fuego", dijo el portavoz de la institución.
Los aviones arrojaron más de 70 toneladas de agua deteniendo el avance de las llamas y facilitando a los bomberos indonesios la extinción del siniestro.
Los indonesios, añadió, "han elogiado nuestra decisión y es que este lugar es venerado no solo por los musulmanes de Sumatra, sino también del país entero".
La mezquita construida en 1781 es visitada por numerosos peregrinos y turistas.
Los incendios forestales azotan desde hace meses las islas de Sumatra y Kalimantan, y se extendieron a Java.
El denso humo afecta a los más de 40 millones de habitantes del estado insular, así como a los países vecinos como Singapur, Malasia y Tailandia.