Hotovely añadió así más leña al fuego de la ya delicada situación en la Explanada, donde las visitas están permitidas a todas las confesiones, pero el rezo está reservado a los musulmanes y que se encuentra en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en territorio palestino ocupado.
Fuentes del Gobierno israelí indicaron al diario "Haaretz" que Netanyahu llamó a Hotovely para hablar con ella sobre lo que dijo en la entrevista y transmitirle claramente los mensajes que quiere que destaque en sus comparecencias públicas, especialmente, el compromiso de Israel en mantener el statu quo en la Explanada.
Una fuente de la oficina de Hotovely explicó que el tono de la conversación entre Netanyahu y la vice-ministra fue "amistoso" y que la llamada no pretendía ser una reprimenda.
"(Hotovely) le ha explicado qué quería decir en la entrevista y el primer ministro le ha señalado la necesidad de mantener el statu quo en el Monte del Templo y evitar medidas o declaraciones que puedan inflamar la situación", dijo la fuente.
Según la oficina de Hotovely, Netanyahu pidió a Hotovely que cancelara el encuentro que tenía que mantener hoy con la prensa, pero no le ordenó informarlo antes de dar una entrevista.