"No fue un vuelo, sino una transportación", cita el medio suizo Le Temps a uno de ellos, conocido en la red como AlexFly35.
Según Alex, un ruso que vive en las afueras de Moscú y basa sus conclusiones en los datos de FlightRadar y sus propios conocimientos de los aviones, en la mañana del 20 de octubre Asad llegó a la base rusa en Latakia, subió a un IL-62 y se dirigió rumbo a Rusia a través de Irak, Irán y el Caspio.
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Aterrizó en el aeródromo militar Chkálovski a las 14.20 horas de Moscú, se reunió en el Kremlin con Vladímir Putin y ministros rusos, y regresó a Siria de la misma manera que había venido.
En la mañana del miércoles, cuando se anunció lo que había sido el primer viaje de Asad al extranjero desde el inicio del conflicto en Siria en 2011, el líder sirio ya estaba en casa.
Curiosamente, voló a Rusia el mismo día que Moscú y Washington firmaron el memorando para evitar incidentes en el espacio aéreo del país árabe.